Soy mamá de tres nenas, todas ellas en edad escolar. Los padres sabemos lo que implica la vuelta a clases: una mezcla de pánico a las interminables listas de útiles y por otro lado un alivio, por que los chicos nuevamente estarán ocupados en algo productivo.

Les quiero explicar en este mini posteo cómo preparé el lugar de estudio de las chicas en casa.

Como recordaran La casa del farol rojo tiene un poco del estilo industrial, de mucha tendencia en estos tiempos. Por eso opté por armar un espacio funcional donde se mezclen materiales como la madera, la chapa galvanizada, y con respecto a los colores, me decidí por tonos claros, tratando de que todo quede a la vista y a mano. Prioricé el orden, «eso» que a duras penas y muchos plagueos logramos.

Para el escritorio, reutilicé una vieja mesada de madera, que servía de desayunador en la casa anterior,  unas banquetas tapizadas  y una pizarra de chapa galvanizada, de esas que se consiguen en todas las ferreterías, las chicas lo usan como un panel de avisos, horarios y fotos sujetas por imanes de todo tipo. En la misma pared sobre un estante de vidrio, están sus Lego de colección, que visualmente no pesan nada.

Para dar calidez al ambiente, utilicé una alfombra, y un mueble alto como librero lustrado en el mismo color que la mesada.

 

 

Como les comenté en el posteo de presentación de La casa del farol rojo , todas las conexiones eléctricas son externas. Pueden ver que en este espacio utilizado para lecturas y tareas, cada una tiene un velador de pared dirigible de encendido independiente, para evitar todo tipo de discordia.

Espero les guste esta idea casera; fácil de hacer y que realmente  ¡funciona en la práctica!