Te paso algunas ideas para empezar vos misma con los cambios, tené en cuenta que no perdés nada intentando.
#1 El descarte, a que me refiero, pone a la vista toooodo lo que tenés , accesorios, cuadros, almohadones y lo que se te ocurra. Decidí que se queda y que definitivamente no tiene chance en tu espacio. Te doy un tip para hacer el descarte, clasificá los objetos en funcionales, hermosos y sentimentales. Si vivís en un espacio pequeño el objeto que se queda tiene que estar aunque sea en 2 de estas 3 categorías.
#2 Moodboard, animáte y armá el tuyo, con pequeñas muestras de colores de pintura, telas, lisas y estampadas, tus pines de Pinterest, o tus guardados del Insta. Todo vale en el moodboard. Luego bajá a tierra tu idea, haciendo un espacio que se ajuste a tu presupuesto, o bien organizáte para hacerlo en etapas sin gastar lo que no tenés.
#3 El cambio en el color de las paredes sigue siendo una opción relativamente económica y eficaz para lograr el cambio, si tenés miedito a un color, googlealo y te aparecen mil imágenes de referencia.
¡OJO! el tono que te gusta probálo en una hoja de papel, con la luz artificial y natural de la habitación que querés transformar.
#4 Decorá con lo que tenés, creéme hay objetos, muebles y cuadros que tienen potencial, las bandejas siempre sirven como apoyo para un conjunto de accesorios decorativos y los libros también. No desestimes a estos objetos, son de gran ayuda a la hora de decorar.
#5 Las cortinas y tapizados pueden dar un giro total a un ambiente, por eso decidí la paleta de colores, texturas y tono de tejidos en tu moodboard, antes de tomar la decisión, acordáte que son gastos de más peso y evitá meter la pata.
¡Espero te sirvan estos consejos y empieces ya con la transformación!
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