Cuando trabajamos largas horas afuera, envueltos en el estrés de la calle y un clima poco amigable. Lo único que deseamos es llegar a casa y encontrar ¡paz!. Un ambiente que nos trasmita serenidad y recargue las pilas, para continuar la batalla del día siguiente.

En este departamento logramos el equilibrio perfecto apostando por los colores neutros y muebles de lineas rectas. Teniendo siempre en cuenta el espacio reducido, utilizamos dos reglas básicas de la decoración:

1. Los tonos claros amplían los ambientes

En este caso utilizamos blanco en tapizados y paredes, gris en los detalles de ornamentación y lustres de acabado claro para los muebles. Obteniendo un ambiente casi monocromático.

2. Menos es más

Los muebles son de líneas rectas y despojados de detalles, esto nos evita la pesadez del tallado o mobiliario muy ornamentado. Logrando un ambiente liviano a la vista.

Resultado: un ambiente monocromático cargado de estilo, buen gusto sin caer en excesos y  siempre reflejando el estilo de vida y personalidad de sus habitantes.

Espero les sirva de inspiración este proyecto y amoblamiento, si necesitan ayuda, no duden en escribirme.